El derecho de la autodeterminación, que defienden tanto intelectuales (argentinos nativos o por opción, pero anti argentinos por elección) como ingleses, va a contramano de la Constitución argentina, donde se ratifica la “legítima e imprescriptible soberanía” sobre las Islas Malvinas, Georgias y Sandwich del Sur, y de la Organización de las Naciones Unidas, que no reconoce ese derecho por considerar que la población kelper no es nativa, sino que “fue trasladada desde la metrópoli a la colonia” con la ocupación de Reino Unido, en 1833. “El documento defiende el colonialismo inglés con más énfasis que Cameron. Cuestionar que las Malvinas son argentinas es desconocer la Constitución nacional. Con tal de ir contra el Gobierno no les importa defender la posición inglesa”, apuntó el senador Daniel Filmus, presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara alta.
Entonces podemos estar en contra del gobierno, es saludable en un marco de respeto institucional, pero no podemos estar en contra del país, basta de estar en contra del País.
Esta gente intelectual, piensa que lo normal es estar a favor de los intereses de los poderosos, pero esta demostrado mundialmente que así no se desarrolla un país
Ernesto Alonso
Ex combatiente
“Me pregunto qué motiva a estos intelectuales a desconocer la historia, el derecho y la geografía de la Argentina sobre las Islas Malvinas. Es notorio que mientras todos los espacios políticos y todos los países latinoamericanos acompañan unánimemente la política de Estado que lleva adelante el Gobierno, este grupo se oponga. Son oportunistas que llevan acabo una fundamentación poco inteligente. Ni siquiera Naciones Unidas reconoce el derecho de los isleños a la autodeterminación, ya que las Malvinas fueron usurpadas por los ingleses en 1833.”
Pacho O’Donnell
Historiador
“Esta manifestación, brindada por el deseo de oponerse al Gobierno, está más comprometida con la visión británica que con la nuestra. Se trata de un sector de la intelectualidad que está construido sobre la base del desprecio por lo nacional y la hipervalorización de lo ajeno. El documento no debería haber salido a la luz ya que avala el único argumento con el que se maneja la diplomacia inglesa, que además es falaz. Asimismo, confunden el sentimiento nacional con el chauvinismo y el fascismo.”
“Argentina, adóptanos”
Los intelectuales argentinos se hicieron eco de los reclamos kelpers pero olvidaron escuchar a un grupo de ciudadanos chilenos que se expresaron en contra del presidente Sebastián Piñera, con ironía y un pedido particular: “Argentina, adóptanos”. Bajo esa consigna –y las de “Patagonia con igualdad” y “Aysén también es Chile”–, más de dos mil vecinos de la localidad de Puerto Aysén, ubicada a mil seiscientos kilómetros de Santiago y con una población de apenas setenta y cinco mil habitantes, protagonizaron cortes de ruta y bloqueos al aeropuerto en protesta por “reclamos incumplidos del gobierno de Chile”. Para los pobladores de ese reducto patagónico, ubicado a la misma altura de la chubutense Comodoro Rivadavia, Piñera debe resolver demandas políticas, económicas y sociales, entre las que resalta el “alto coste de la vida” en el lugar. Por ello, desde el Movimiento Social por la Región de Aysén –que integran pescadores, sindicalistas, estudiantes, indígenas y hasta la intendenta Marisol Martínez– le exigieron al mandatario rebajas en el precio del combustible –actualmente, el litro de nafta asciende a los 2,3 dólares–, mejoras en los servicios médicos, incrementos de los salarios, una respuesta efectiva a la falta de empleo y modificaciones a la nueva ley de pesca, que establece cuotas de captura más bajas, entre otras cuestiones.
Para desactivar el conflicto, Piñera envió a la localidad a sus ministros de Salud, Jaime Mañalich, y de Transportes, Pedro Pablo Errázuriz, pero luego de intensas reuniones los vecinos decidieron persistir en sus reclamos.
fuente: Reviste veintitres
